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Bis Ende 2023 wurden mexikoweit rund 60 Gebiete als Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental (RESA) eingestuft, also Regionen, in denen eine gesundheitliche und ökologische Notlage herrscht. Wie schwerwiegend die Schäden jeweils sind, hängt vom Grad der Toxizität vor Ort ab. Besonders betroffen sind unter anderem die höhergelegenen Becken des Atoyac-Flusses (Tlaxcala-Puebla) und des Santiago-Flusses in Salta (Jalisco), wo die „Industrieparadiese“ mexikanischer und internationaler Produktionsunternehmen das Land derart in Mitleidenschaft gezogen haben, dass diese Gebiete mittlerweile als „Umwelthöllen“ bezeichnet werden.
Es ist kein Geheimnis, dass Mexiko im Globalen Süden eines der Länder ist, das die meisten Freihandelsabkommen unterzeichnet hat. Bei den derzeit geltenden Freihandelsabkommen ist Mexiko auf Platz 7.
In einem kürzlich veröffentlichen strategischen Bericht über das Alto-Atoyac-Becken (Tlaxcala und Puebla) wurde der Zusammenhang zwischen dem Auftreten tödlicher Krankheiten in der Bevölkerung und der industriell verursachten Verschmutzung von Wasserquellen, Luft und Anbauflächen wissenschaftlich belegt. Als Ursachen für diese Katastrophe sind das neoliberale Modell und die laxen mexikanischen Gesetze und Vorschriften im Bereich Umwelt und Unternehmenskontrolle anzuführen, ebenso wie Vertuschungen und das Fehlen seriöser Untersuchungen.
Um diese Probleme zu benennen und über Vorschläge und Alternativen aus Sicht der betroffenen Gemeinden zu diskutieren, werden Alejandra Méndez Serrano vom Menschenrechtszentrum Fray Julián Garcés (Tlaxcala) und Alan Carmona Gutiérrez vom Verein Un Salto de Vida (Jalisco), beide Verteidiger:innen des Territoriums und der Menschenrechte, am 21. Juni 2024 in Berlin sein.
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Proteger el agua y el aire, defender la vida
Informes sobre zonas de degradación ambiental y contaminación industrial en México
A finales de 2023, se habían identificado en todo México alrededor de 60 regiones en emergencia sanitaria y ambiental (RESA). Los niveles de gravedad entre cada caso varían: unas son más ó menos tóxicas que otras.
Dos de estas regiones, reconocidas como las de mayor gravedad, son las cuencas altas del río Atoyac (Tlaxcala-Puebla) y del río Santiago en El Salto, Jalisco. Estas zonas son también denominadas infiernos ambientales, derivadas de paraísos industriales por la grave degradación del territorio que han propiciado las empresas manufactureras, tanto nacionales como transnacionales.
No es desconocido que México es uno de los países del Sur Global con más tratados de libre comercio firmados y vigentes, y la séptima economía con más TLC en el mundo.
Recientemente, se publicó el “Primer informe estratégico Cuenca del Alto Atoyac (Tlaxcala y Puebla): región de emergencia sanitaria y ambiental; problemática socioambiental y recomendaciones para su atención”, investigación realizada por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT), que comprueba científicamente, la relación de aparición de enfermedades mortales en la población, a causa de la contaminación de fuentes de agua, aire y zonas de cultivos, producidas por las industrias.
El modelo neoliberal, la laxitud de las leyes y reglamentaciones en México en materia ambiental y de control empresarial, el silencio cómplice y la falta de investigaciones serias, están detrás del desastre.
Para hablar de estas problemáticas, así como de las propuestas y alternativas pensadas desde las comunidades afectadas, el 21 de junio de 2024, estarán en Berlín, Alejandra Méndez Serrano del Centro Fray Julián Garcés (Tlaxcala) y Alan Carmona Gutiérrez de la Agrupación Un Salto de Vida, (Jalisco), ambos, defensores del territorio y de derechos humanos.